Dentro del recorrido de senderismo conocido como «La Ruta de la Piedra y el Agua«, que bordea el pequeño río Armenteira, se encuentra, en un entorno mágico, la «Aldea Labrega«, una representación en granito de la vida rural gallega de principios del siglo XX, con sus elementos tradicionales: la iglesia, el hórreo, el horno, el crucero y sus habitantes y animales domésticos.
La Aldea Labrega en La Ruta de la Piedra y el Agua
Este grupo escultórico realizado por la Escuela de Canteiros de la Diputación de Pontevedra con la colaboración de la Diputación de Pontevedra, inaugurada en Agosto del 2008, es una parada obligada en el sendero para cualquier excursión.
El hermoso conjunto está en un claro enmarcado en la espesura del bosque lindante con el río, y forma parte de la ruta de los molinos de Serén.
Las más de 60 esculturas incluyen todos los detalles que recrean la vida cotidiana de una típica población gallega de principios del siglo XX: un hórreo de seis pies, un reloj de sol, una capilla, una fuente circular, un crucero, una cocina de piedra, un molino de agua, animales domésticos y figuras humanas en movimiento. Destaca en el lugar la recreación a escala de una ermita.
Además de la belleza y armonía de la naturaleza que la rodea, su entorno envidiable a orillas del rio Armenteira con sus molinos de agua completamente restaurados, la Aldea Labrega es el lugar ideal para que niños y jóvenes conozcan aspectos de su pasado y tradiciones.